El bienestar financiero no depende únicamente de cuánto dinero tienes, sino sobre todo de cómo lo gestionas en las distintas etapas vitales. Es importante administrar tu economía siguiendo una serie de pautas y desarrollando hábitos que protejan tu salud económica a lo largo de la vida. Por todo ello es necesaria la planificación financiera, porque planificar te permite marcar objetivos y poner en marcha acciones concretas para alcanzar tus metas.
Algunas pautas básicas para planificar tus finanzas son las siguientes:
- Hacer un presupuesto de la economía personal/familiar. Debes anotar en él todos los ingresos y gastos, sin olvidar nada, y actualizarlo cada mes. El presupuesto te ayudará a conocer tu situación económica actual y anticipar posibles tensiones financieras. También te permitirá identificar objetivos para mejorar, tales como reducir determinados gastos, aumentar el ahorro o reducir el endeudamiento.
- Marcar un límite de gasto máximo mensual. Mantener los gastos bajo control es una de las claves para proteger tu salud económica. No gastar más de lo previsto y limitar los gastos innecesarios te puede ayudar a conseguirlo.
- Prevenir el exceso de deudas. Se debe evitar un endeudamiento excesivo y, en caso de necesitar financiación, es necesario estudiar bien las condiciones. Si tienes dificultades para devolver un préstamo o crédito, debes contactar inmediatamente con tu entidad para buscar una solución.
- Establecer un objetivo de ahorro. El primer “pago” que haces cada mes debe ser tu propio ahorro, en lugar de esperar a fin de mes para ver cuánto puedes ahorrar. La cantidad ahorrada debe ser coherente con tu situación, y puede ser un importe fijo o un porcentaje de tus ingresos.
- Crear un fondo de emergencia. Es muy recomendable contar con un “colchón” para gastos imprevistos y caídas de ingresos, que debería poder cubrir entre 3 y 6 meses de tus gastos mensuales.
- Poner el ahorro a trabajar. Una vez tienes las finanzas personales bajo control, puede ser el momento de pasar de ahorrador a inversor.
En resumen, seguir estas pautas en la gestión de tus finanzas personales y familiares te puede ayudar a alcanzar el nivel de tranquilidad y seguridad que proporciona el bienestar financiero.