La inflación y tus finanzas

En los últimos dos años y medio, la inflación ha sido tema de debate y motivo de preocupación debido a la rápida subida de los precios en un corto período de tiempo y por su impacto directo en las economías familiares.

Qué es la inflación

La inflación se puede definir como el crecimiento generalizado de los precios de consumo en una economía.

Cuando los precios en general aumentan, el valor del dinero disminuye. Esto significa que si los precios aumentan considerablemente, podremos comprar menos bienes y servicios en el futuro con la misma cantidad de dinero que tenemos hoy.

El Banco Central Europeo tiene la misión principal de controlar la inflación para que el dinero mantenga el valor en el tiempo. Los bancos centrales estabilizan los precios aumentando los tipos de interés, con el fin de encarecer el acceso al crédito y reducir el consumo.

Cómo se mide la inflación

En España, la inflación se calcula estadísticamente a través del Índice de precios de consumo (IPC), que determina cada mes la evolución de los precios de los bienes y servicios que consume la población.

La variación anual del IPC es el dato más utilizado para analizar la inflación. 

Cómo se ha comportado la inflación en España los últimos 50 años

La inflación fue de más a menos entre los años setenta y los noventa. En los setenta se mantuvo de forma habitual por encima del 15%, entre el 5% y el 15% en los ochenta, y por debajo del 5% en los noventa. 

El siglo XXI parecía marcado en España por la baja inflación (salvo en 2007, se había mantenido siempre por debajo del 4%). Hasta la llegada de la pandemia de COVID-19.

En el gráfico inferior se puede observar como los precios subieron de forma explosiva en 2021 y 2022, con tasas de inflación anuales del 6,5% y del 5,7%, respectivamente. En 2022 se alcanzaron tasas de inflación no vistas en 40 años. 

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Situación actual

La inflación se ha ido moderando en lo que llevamos de 2023 (en mayo se situó en el 3,2%). Sin embargo, se mantiene una elevada inflación subyacente.

La inflación subyacente no incluye ni los productos energéticos ni los alimentos no elaborados, pero tiene un gran impacto en las economías domésticas al recoger los precios de los bienes y servicios que forman parte del consumo habitual de los hogares.

Para que se pueda dar por controlada la inflación debe reducirse la inflación general, pero también debe hacerlo la subyacente.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE).

Cómo te afecta la inflación

• Caída del nivel de vida: El aumento de los precios disminuye el poder adquisitivo, por lo que se necesitan más recursos para adquirir los mismos bienes y servicios.
• Menor capacidad de ahorro: Al destinarse al consumo una mayor proporción de los ingresos, disminuyen las cantidades destinadas al ahorro y la inversión.
• Pérdida de valor de los activos financieros: El valor real de los ahorros y las inversiones se reduce cuando la rentabilidad obtenida es inferior a la tasa de inflación.
• Subida de los alquileres: La inflación encarece el precio de los alquileres. En la mayoría de contratos de arrendamiento, las rentas se actualizan anualmente tomando como referencia la variación anual del IPC.
• Alza de los tipos de interés: Los bancos centrales suelen combatir la inflación subiendo los tipos de interés. Ello puede favorecer la rentabilidad de los ahorros y las inversiones más conservadoras, pero también encarecer los préstamos a tipo variable así como los nuevos créditos.

Cómo reducir el impacto de la inflación

• Planifica tus finanzas personales: Un contexto de precios elevados hace más necesaria la planificación financiera, con el fin de marcar objetivos y poner en marcha acciones concretas para contrarrestar los efectos de la inflación.
• Controla los gastos: Planificar las compras, comparar precios antes de consumir y eliminar gastos innecesarios puede ayudar a reducir el impacto de la inflación sobre el nivel de vida.
• Incrementa los ingresos: Para que el poder de compra se mantenga, los ingresos deben crecer en la misma proporción que los precios. No es una tarea fácil, pero se deben analizar las opciones existentes para conseguirlo.
• Sigue ahorrando: Ahorrar una parte de los ingresos es el primer paso para pasar de ahorrador a inversor.
• Invierte en activos rentables: Busca rentabilidades que reduzcan el impacto de la inflación. El asesoramiento de los profesionales de Arquia Banca te puede ayudar a tomar las decisiones de inversión más adecuadas.

Es importante que comprendas cómo te afecta la inflación y que tengas en cuenta su evolución a la hora de realizar ajustes en tus finanzas personales.